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En América Latina, la traducción es cosa de mujeres

Por Maria Ortiz Takacs, trad. a./C. Tr.

La profesión de traductor se asocia casi instantáneamente con el género femenino. Basta con haber cursado la carrera de traducción en cualquier universidad latinoamericana para saber por experiencia propia que la mayor parte de la población estudiantil es femenina. Según un artículo publicado por el periódico chileno El Mercurio On Line (EMOL) en 2016, y con base en los datos proporcionados por el Consejo Nacional de Educación (CNED) del mismo país, las mujeres tienden a ser mayoría en carreras como educación, psicopedagogía, nutrición y enfermería, entre otras. En Chile, la traducción se ubica en el puesto número 21 con un 67,62 % de mujeres que trabajan en dicho ámbito. La tendencia en México es similar. El Estudio de encuesta sobre la traducción y la interpretación en México 2017, realizado por la Fundación Italia Morayta, concluyó que, considerando únicamente a las personas que se dedican principalmente a la traducción, la población profesional de traductores se compone en un 68,38 % por mujeres y un 31,62 % por hombres. La brecha se ve reducida al analizar la interpretación, campo en el que el 57,48 % de los profesionales son mujeres y el 42,52 % hombres. Es interesante hacer un paréntesis aquí para destacar que, en el caso de las combinaciones lingüísticas que incluyen alguna lengua indígena nacional mexicana, predominan los hombres (52,89 %) sobre las mujeres (47,10 %).

Sin embargo, buscar cifras exactas no parece ser siquiera necesario. La tendencia resulta evidente al consultar el directorio de cualquier colegio profesional latinoamericano. En el caso del directorio del Colegio de Traductores Públicos de la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, las primeras cinco páginas ordenadas alfabéticamente contienen unos 100 profesionales, de los que solo 7 son hombres. Pero, ¿por qué la traducción atrae a una mayor cantidad de mujeres que de hombres?

Estudios contradictorios

La hipótesis científica más popular es que las mujeres tienen mayor habilidad lingüística que los hombres, lo que, de ser cierto, podría darnos un indicio de por qué las mujeres se sienten más atraídas por la traducción que los hombres.

Los estudios realizados hasta el momento no demuestran fehacientemente que existan diferencias cognitivas relacionadas con el lenguaje que se manifiesten en la conducta lingüística. La investigadora Jeannette McGlone de la Universidad de Dalhousie, en Halifax, sostiene que las diferencias sexuales innatas en la cognición lingüística están vinculadas a la diferenciación hemisférica del procesamiento del lenguaje. Por su parte, otros académicos, como la investigadora alemana Gisella Klann-Delius, afirman que la evidencia biológica con respecto a las diferencias de sexo relacionadas con la adquisición del lenguaje es controvertida y poco convincente.

Mientras la ciencia se ocupa de buscar las razones biológicas subyacentes, si las hubiere, para dilucidar la cuestión, Circuit consultó a tres traductores profesionales de América Latina para saber qué opinan ellos al respecto.

Traductora Mariana Quiroga, Argentina

“Sinceramente no creo que haya razones cognitivas que prueben que las mujeres son mejores comunicadoras o sientan una mayor inclinación hacia las letras, sino que hay otros motivos por los que hay mayor cantidad de mujeres traductoras. Uno de ellos podría ser que la profesión de traductor se asocia a menudo con trabajar desde la casa y esto permite a las mujeres encontrar un mayor equilibrio entre el trabajo y la familia. Además, al menos en Argentina, la traducción se asocia a la enseñanza de la lengua, y en este campo la mayoría de los profesionales son mujeres”.

Traductor Jorge Payán, Colombia

“La traducción en mi país siempre ha estado ligada con la actividad docente, donde la mayoría de los practicantes son de sexo femenino. El aspecto económico también tiene cierto peso. Como en muchos países de América Latina resulta muy difícil vivir únicamente de la traducción, la profesión normalmente queda reservada para el integrante de la pareja que no es el proveedor principal del hogar, generalmente, la mujer. Sin embargo, no dejo de observar que, entre los traductores experimentados que conozco, el género está distribuido más o menos de la misma forma”.

Traductora María Graciela Bastardo, Venezuela

“Creo que la presencia predominante de las mujeres en el ámbito de las humanidades, y por ende en la traducción, tiene sus raíces en la división de roles y los estereotipos establecidos en nuestra sociedad patriarcal. Según esta creencia, el lugar de la mujer está en aquellas áreas de estudio y profesiones relacionadas con los sentimientos, las emociones, la comunicación y el cuidado de los otros, en contraposición con las ciencias exactas y las profesiones que se basan en la lógica y el cálculo, que se consideran ‘naturalmente’ masculinas”.

Conclusión

Si bien la ciencia busca demostrar que las mujeres tienen cualidades innatas superiores a las de los hombres para aquellos procesos relacionados con el lenguaje, a la hora de establecer un motivo por el cual la traducción es un campo dominado por las mujeres, los profesionales de este ámbito parecen atribuir el hecho a la idiosincrasia propia de cada uno de sus países. No obstante, ya sea que se trate de una causa biológica o de un motivo social, la realidad es que la traducción es una ocupación en la que predominan las mujeres y, hasta que los estudios al respecto demuestren concretamente si existen o no diferencias cognitivas, las opiniones seguirán divididas, tanto en la comunidad científica como entre los mismos traductores.


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